domingo, 16 de noviembre de 2014

En el laberinto

En el laberinto

Y me adentré dentro de un laberinto
Para poder, así pues, encontrarte
Inmersa en aquel caótico recinto.

Procuré seguir entonces tus huellas,
Y mientras que se iban desvaneciendo,
Tan sólo el polvo quedaba tras ellas.

Decidí seguir así tu perfume
Y siete veces giré a la derecha,
Pero siempre su aroma se consume.

Me decanté por seguir los sonidos
Que emitía tu franco corazón,
Y aun así se escapaban a mis oídos.

Entonces yo también quedé perdido,
En medio de una dura encrucijada
En la que no pude sacar sentido.

lunes, 3 de noviembre de 2014

La vida como cigarro









La vida como cigarro

Breve y espinosa vida, semejante a un cigarro,
Con fuego te consumes, apenas tiempo escaso;
Como humo te evaporas, entre el humo tu ocaso;
Convertido en colilla, tu final es el barro.

viernes, 31 de octubre de 2014

Me gusta...




Me gusta...

Me gusta oírte susurrar
mi nombre a los cuatro vientos,
puesto que los movimientos
que produces al juntar
tus labios, no están exentos
del placer de enamorar.

Me gusta verte rodear
con tus manos los cabellos,
pues aquellos son tan bellos
que tan sólo presenciar
del fiel roce sus destellos
me provocan cautivar.

Me gusta sentir tus manos
cuando están junto a las mías,
pues sé que mis fantasías
han traspasado de planos
y lo que eran lejanías
ahora son así cercanos.

viernes, 21 de febrero de 2014

Locura de amor

Locura de amor

Por ti pierdo la cordura,
porque cuando estoy contigo
me invade cierta locura,
y aunque por ello persigo
hallar por fin una cura,
en vano no lo consigo.

Pues es que estando a tu lado
siento perder la cabeza,
estoy de ti enamorado
y de ello tengo certeza,
porque me quedo nublado
contemplando tu belleza.

Sólo tú me vuelves loco,
me fracturas los esquemas,
me cambias de rumbo el foco,
me planteas duros dilemas,
y me orientas poco a poco
a involucrarme en problemas.

Y es que si para estar cuerdo
no debes estar colado,
pues aunque parezca lerdo,
mejor loco enamorado
que si algo es lo que no pierdo
es el sentir ser amado.

jueves, 6 de febrero de 2014

Paseo nocturno



Paseo nocturno

Mientras cogía tu mano,
íbamos juntos paseando;
el ocaso del verano
poco a poco iba llegando
y en nuestra piel iba dando
un cierto frescor cercano.

Y la luna sobre el río
su blancura reflejaba,
tú tenías cierto frío
y así, mientras te abrazaba,
del frío te resguardaba;
el cielo quedó vacío.

Rodeaban a nuestros pasos
el cuchicheo de los grillos,
los ruidos eran escasos,
se oía cómo tus nudillos
se torcían como ovillos;
ya tus ojos iban rasos.

La hora de la despedida
había entonces llegado,
vuelta al lugar de salida,
y, antes de irme por mi lado,
tus labios hube besado,
la noche creí detenida.