domingo, 16 de noviembre de 2014

En el laberinto

En el laberinto

Y me adentré dentro de un laberinto
Para poder, así pues, encontrarte
Inmersa en aquel caótico recinto.

Procuré seguir entonces tus huellas,
Y mientras que se iban desvaneciendo,
Tan sólo el polvo quedaba tras ellas.

Decidí seguir así tu perfume
Y siete veces giré a la derecha,
Pero siempre su aroma se consume.

Me decanté por seguir los sonidos
Que emitía tu franco corazón,
Y aun así se escapaban a mis oídos.

Entonces yo también quedé perdido,
En medio de una dura encrucijada
En la que no pude sacar sentido.

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