jueves, 21 de noviembre de 2013

tu rostro, el cielo

Tu rostro, el cielo

En tu rostro contemplé el ancho cielo,
pues tus pupilas eran dos estrellas
que fuerte brillaban en su alto vuelo.

Y tus mejillas eran nubes bellas,
tan blancas como lo es la nieve caída
que cuando la tocas, quedan las huellas.

Tu hermosa sonrisa era parecida
a aquella luna más resplandeciente
que en la oscuridad se encuentra encendida.

Tu cabellera era tan reluciente,
tal como lo es el sol del mediodía,
cuando se sitúa en su hora más caliente.

Y como el arco iris se parecía
tus colorados labios al besar,
pues en tus besos se halla la alegría.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Si tú me dieras un beso

Si tú me dieras un beso

Si tú me dieras un beso,
daría la vuelta al mundo
sin descanso,
me convertiría en preso
y tan sólo en un segundo
también manso.

Si tú me dieras un beso,
yo vendería hasta mi alma
al infierno,
surcaría sin un hueso
todos los mares con calma
en invierno.

Si tú me dieras un beso,
levantaría montañas
con un dedo,
pues no habría ni suceso,
tampoco duras hazañas
que den miedo.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Carmen



Carmen

Oh Carmen, tú fuiste el faro
que iluminaba el camino;
tú fuiste en un día claro
aquel astro matutino,
y tú fuiste el fiel amparo
que custodia al peregrino;
sin embargo, quebró el hilo
y en el cielo fue tu asilo.

Tal tarde de otoño, oscura,
te sumiste en sueño eterno;
asentada en tu figura
se estableció el triste invierno,
y recorriendo ya tu aura
vuela con un amor tierno.
Oh Carmen, te desvaneces,
pero en todos permaneces.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Tus cabellos

Tus cabellos

Como el sol de la mañana
es tu rubia cabellera,
como filamentos de oro
que el viento los desordena.
Igual que el trigo maduro
que en los campos se cosecha,
así como los limones
que el rígido árbol desprenda.
Como el polen de las flores,
el cual portase la abeja,
y así la golosa miel
que con ello mismo hiciera.
Como el alegre canario
con su dulce cantinela,
tal cual parecen las hojas
que el otoño pereciera.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Tu nombre

Tu nombre

Pues tu nombre es el eco
que resuena sin cesar en mis oídos.
Es aquel ruido seco
que constante perturba en mis sentidos.

Es la plácida brisa
que besa mi cara por la mañana;
la palabra precisa
que mi corazón cada vez se afana.

Es el ligero aliento
que dota de vida a todos mis sueños.
Es el más brusco viento
que mueve las aspas de mis empeños.

Es esa luz que guía
mi mirada hacia todo lo que quiero;
la dulce sintonía
que inconsciente a todas horas profiero.