martes, 29 de octubre de 2013

Verte

Verte

Ver tus ojos, ver tu pelo,
ver tus mejillas rosadas,
ver tu piel de terciopelo,
ver tus manos alboradas,
ver tus piernas adoradas.

Ver tu sonrisa radiante,
ver tus dientes blanquecinos,
ver tu rostro tan brillante,
ver tus senos tan divinos,
ver tu figura hechizante.

Verte es placentero sueño,
verte es el mayor tesoro,
verte es sublime decoro,
verte es mi máximo empeño,
verte es lo que más valoro.

domingo, 27 de octubre de 2013

Tus elementos

Tus elementos

Como agua son tus pupilas,
porque son tan cristalinas
que todo brillo encandilas.

Como fuego son tus labios,
pues son rojos y ardientes
que no sostienen resabios.

Como aire son tus cabellos,
pues están siempre en constante
movimiento todos ellos.

Y como tierra es tu piel,
porque toda ella es morena
y suave como la miel.

Ayer leí un poema

Ayer leí un poema…

Ayer leí un poema, o eso es lo que creía.
Pensé que se trataba de un soneto,
o tal vez de una estancia, o de un cuarteto,
mas la estrofa no se correspondía.

Y miré cuánto los versos medían,
por si podían ser endecasílabos,
o que a lo mejor fueran heptasílabos,
pero ellos con ninguno coincidían.

Y pensé que los versos rimarían,
ya fueran con la rima consonante,
o ya fuese con la rima asonante,
sin embargo, no se encadenarían.

Finalmente, creí que al menos habría
un cierto tipo de ritmo melódico,
pero incluso siendo así muy metódico,
nada de ritmo en los versos había.

Y entonces por eso llegué a pensar
que no era poesía sino una prosa
la sutil lectura de aquella cosa
que algún “poeta” quería reflejar.

miércoles, 16 de octubre de 2013

La fábula de Escila

La fábula de Escila

¡Oh, pobre Escila! Siendo una doncella
atrajiste a ti los terribles celos;
tú que habías sido una mujer bella
y que hasta tus pies tenías los cielos.

En el divino Glauco dejaste huella,
pero para él no tenías anzuelos
y tu holgado desprecio dejó mella,
quedando su corazón por los suelos.

Mas ganaste de Circe la hechicera
las más crueles envidias amorosas,
a la que tu arrogancia la ofendiera,

y con habilidades perniciosas,
te acabaría transformando en fiera;
así quedaste en aguas peligrosas.

jueves, 10 de octubre de 2013

Ayer te escribí una carta



Ayer te escribí una carta

Ayer te escribí una carta
en donde te declaraba
todo aquello que pensaba,
pues aunque sea una sarta
de palabras sin sentido,
para mí son emociones,
son todas mis sensaciones
de lo que había vivido
cuando yo estaba contigo,
y cuando nuestras miradas
estaban compenetradas
y la luna era testigo.
Sólo espero que el recuerdo
de aquel tiempo no se olvide,
aunque no se consolide,
el cariño no lo pierdo.