jueves, 30 de agosto de 2012

Por ti daría la vida que es todo lo que tengo

 
Por ti daría la vida,
que es todo lo que yo tengo (2012)





Te conocí un fresco día
y me enamoré en seguida;
y este gran amor mantengo
firmemente hasta este día;
por ti daría la vida,
que es todo lo que yo tengo.

Para mí eres importante,
pues no hay nada que me impida,
y si es el caso lo obtengo,
hacer por ti lo bastante;
por ti daría la vida,
que es todo lo que yo tengo.

Eres todo mi universo,
la persona más querida,
aquel sueño que contengo,
y la musa de mi verso;
por ti daría la vida,
que es todo lo que yo tengo.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Y es que te veo por todas partes



Y es que te veo por todas partes (2012)

… Y es que te veo por todas partes,
en cualquier rincón, sea pequeño,
te veo como si fuera un sueño;
en una terraza sentada,
o de compras en una tienda,
ya sea por la calle paseando,
o ya en una pista bailando,
permaneces en mi mirada.

… Y es que te veo por todas partes,
mostrando una dulce sonrisa,
reflejando una vasta risa,
manteniendo gratos acuerdos,
mirándome con esos ojos
verdes tan radiantes y bellos,
acariciando tus cabellos,
y sólo sé que son recuerdos.

martes, 21 de agosto de 2012

Cada vez que te miro


Cada vez que te miro (2012)

Cada vez que te miro
Puedo apreciar que eres quien he soñado,
Por quien tanto suspiro,
Quien había notado
Antes de vernos y ya había amado.

Porque es en ti en quien veo
A la mujer que ocupa mi futuro,
Mi más arduo deseo,
Mi valor más seguro,
Por quien hasta la muerte me aventuro.

jueves, 16 de agosto de 2012

Baila Leucotea, baila




Baila Leucotea, baila

Baila Leucotea, baila, sobre mi parca mente,
Pues Nicte se ha fugado y Hémera está presente
Sobre los cuatro lados de mi pecho turgente,
El gélido vacío es ahora hueco ardiente.

Atrás quedan tus juegos, Hipnos, ya he despertado,
Sobre el implacable Érebo Eos ya se ha levantado,
Y Ate ha hecho la mudanza y lejos se ha marchado,
Pues Eros ha venido y su hogar ha ocupado.




Es una diosa


Es una diosa

Vine a parar al cielo
cuando delante
tenía a la mujer
más fascinante.

Eras toda una diosa,
tan reluciente,
venida del Olimpo,
precisamente.

Rasgaba mis pupilas
cuando veía
que debía ser sueño,
cual fantasía.

Ondeaban sobre el viento
unos cabellos,
dorados como el oro,
como igual bellos.

Nutrían de belleza
ojos preciosos,
verdes como esmeraldas,
igual valiosos.

Imperaba en toda ella
una figura,
que no existe escultor
con tal moldura.

Con su dulce sonrisa,
como una flecha,
hizo en mi corazón
enorme brecha.

Aquella bella diosa
que hubo bajado,
con todos sus encantos
me ha enamorado.